La tasa de paro de los gitanos de Castilla y León es once puntos superior a la media Los estudios marcan el número de hijos, aunque la media es de tres.
El 85% de los que trabajan en la comunidad están ocupados en el sector servicios.
La población gitana de la comunidad se incorpora al mercado laboral a los dieciséis años hasta los 59.
La tasa de paro en la población gitana de Castilla y León es once puntos superior a la media del conjunto de la población en la comunidad -un 18,2% frente al 7,3%-. Estos datos se desprenden del único estudio que existe en la actualidad con datos reales sobre la situación de la formación y el empleo realizado por
El estudio destaca que la tasa de actividad de la comunidad gitana es superior a la correspondiente para el conjunto de Castilla y León-un 72,8% frente al 53,4%-, lo que se explica, entre otras razones, por la incorporación de los gitanos al mercado de trabajo en edades muy tempranas. Según el estudio, la población gitana se incorpora a la actividad económica a los dieciséis años, y se prolonga hasta los 59. El adelanto de la edad de incorporación al mercado laboral se debe, entre otras razones, a un temprano abandono de los estudios. La diferencia entre la población gitana castellano y leonesa y el conjunto de la población de la comunidad radica en la mayor preparación de los segundos para acceder al mercado laboral, ya que la permanencia en la inactividad de la población hasta los 25 o 29 años se explica por la obtención de niveles de estudios que reportan empleos cualificados.
Analfabetismo
Más de siete de cada diez gitanos de más de dieciséis años, el 75,5%, son analfabetos. Cabe destacar que los gitanos analfabetos absolutos en Castilla y León suponen el 9% de la población mayor de dieciséis años, mientras que en el resto de la población gitana española es del 13%. En su conjunto, la tasa de analfabetismo de los gitanos en Castilla y León es siete veces superior a la tasa de la población total censada en la comunidad en el INE en el 2001. Estos datos juegan un papel fundamental en la situación del colectivo en materia de empleo.
Entre los gitanos activos de Castilla y León, el 68,5% son analfabetos absolutos o funcionales y sólo el 1,7% alcanzaron un nivel de estudios de secundaria. El 85% de la población gitana ocupada trabaja en el sector servicios, cifra que se sitúa en en 62% para el resto de la población. El 53% de los gitanos ocupados realizan una jornada a tiempo parcial, frente al 12% del conjunto de la población. Este indicador aumenta para las mujeres en ambas poblaciones ya que el 67% de las gitanas trabajan a tiempo parcial frente al 25% del resto de la población femenina. LA tasa de temporalidad para los gitanos es del 71%, frente al 27% en el resto de la población. La tasa de actividad de las mujeres gitanas de Castilla y León entre los 25 y los 54 años es del 67,7%, mientras que la tasa de las mujeres de la población general es del 65,6%. Desde la perspectiva de la tasa de empleo, el 59,6% de los gitanos de Castilla y León con más de dieciséis años están ocupados, mientras que en el conjunto de la población es del 49,5%. Sin embargo, esta variación se contextualiza por grupos de edad. Entre los menores de 25 años la tasa de empleo de la población gitana es superior en 26 puntos, mientras que entre los de 25 y 54 años la diferencia del resto de la población es mayor en doce puntos. La encuesta de Secretariado Gitano cifra en 23.582 los gitanos residentes en Castilla y León -aproximadamente 3.000 en León-. El 49,4% son hombres y el 50,6% son mujeres.
Más de dos tercios de la población gitana de Castilla y León mayor de quince años está casada (un 70%), independientemente del rito utilizado, esto supone que cerca de 16.500 gitanos están actualmente casados en Castilla y León. En torno a 17.500 gitanos y gitanas son padres.
Entre los castellanos y leoneses se contabilizan, en términos relativos, algunos más viudos pero una menor tasa de separados o divorciados.
Tres cuartos de la población gitana castellano y leonesa mayor de quince años de edad afirman tener algún hijo.
El número medio de hijos entre los gitanos de dieciséis años y más de la comunidad se sitúa en los 3,21, prácticamente igual que la media de los gitanos del resto del país (3,18%). El valor medio para los gitanos de la región supera en 1,87 puntos al número medio de hijos del censo del 2001 para el conjunto de la población. El informe de Secretariado Gitano constata que el tener un número de hijos mayor o menor está directamente relacionado con dos variables: la edad y el nivel de estudios. Estas dos circunstancias hacen que la media de hijos esté por encima de 5.
En el 72% de los hogares gitanos, las personas que los componen son cuatro o más y en una tercera parte se trata de familias muy numerosas.
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